Reflexión

Pasamos la vida buscando respuestas, sin nunca haber hecho la pregunta adecuada. Ellas están allí, esperando las palabras justas. Cada quien tiene su mandala

viernes, 7 de diciembre de 2007

Sobre los resultados del exámen internacional de calidad

EXIGIR, CONTENER Y ENSEÑAR
Por Gustavo F. Iaies Miércoles 5 de diciembre de 2007
Los resultados de la prueba PISA, nos dan la idea que tocamos fondo. Nos gastamos "las joyas de la abuela", es decir, la exigente e igualadora escuela pública argentina.
Los datos muestran dos elementos muy preocupantes. El rendimiento es pobre (sólo Brasil y Colombia en matemática han quedado debajo nuestro entre los países de la región). Y, además de los malos resultados, tenemos la mayor diferencia entre los mejores y los peores logros de nuestros alumnos. Eso se llama inequidad. ¿Cuándo ocurrió esto? Pareciera que llevamos algún tiempo, que tuvimos señales, y hasta ahora hemos demostrado una muy baja capacidad de reacción como sociedad.
Nuestro sistema fue muy exitoso en sus orígenes, escolarizó a millones de argentinos, los formó para ser ciudadanos, les dio unos saberes básicos, que les permitieron integrarse a la sociedad y al mercado de trabajo. Pero ese modelo, que fue muy exitoso para integrar y para socializar, hoy ya no lo es para mejorar aprendizajes y aumentar los niveles de equidad.
Tenemos un sistema educativo que no reconoce esfuerzo ni logro alguno. Nos quedamos sin "cuadro de honor" para los buenos alumnos, maestros, directores, supervisores, padres. Todo parece igualado, estandarizado, somos iguales más allá de los esfuerzos que hagamos o de los resultados que obtengamos, lo mismo un burro que un gran profesor, como dice el tango.
Nadie resulta sancionado en la escuela argentina, salvo los chicos y su futuro. Nadie resulta premiado tampoco y ese es un mensaje muy poco motivador.
De todos modos, los recursos humanos argentinos todavía muestran fortalezas. Seguimos siendo el país con más librerías y periódicos por habitante en la región, con mayor oferta de teatro y de música, entre otros consumos culturales. Pero eso no se distribuye de un modo equitativo, el mercado lo lleva a sus consumidores, y entre consumidores y ciudadanos hay diferencias notables.
¿Son los noventa? ¿Es el neoliberalismo? ¿Es la TV? . somos nosotros. Y mejor que seamos nosotros, porque si no somos parte del problema, no podemos serlo de la solución. Los padres deberán exigir, contener, respaldar y apoyar a sus hijos y a sus maestros y directores. Los docentes, esforzarse, capacitarse, asistir a la escuela, contener e integrar a los alumnos y enseñarles... mucho. Los funcionarios, terminar de hacer discursos políticamente correctos y animarse a enfrentar los problemas. Los comunicadores dedicarse un poco más a los buenos casos que a las denuncias. Y los chicos tienen que estudiar, esforzarse y aprender. Y los que lo hacen bien deben ser reconocidos. No son iguales los maestros que se esfuerzan que los "campeones del ausentismo", ni los padres que dedican tiempo a mirar los cuadernos y a conversar con sus hijos que los que no lo hacen, ni los funcionarios que enfrentan los problemas que aquellos que hacen discursos.

El autor es director de la Fundación Centro de Estudios en Políticas Públicas (CEPP).

Resultados de una evaluación internacional:
Argentina quedó en los puestos 53 y 52 sobre 57 naciones.
Fuerte caída en lectura y en matemática
Se nota un retroceso de la Argentina respecto de la prueba realizada en 2000; quedó detrás de Chile, Uruguay y México.
Si los resultados de la prestigiosa evaluación Programme for International Student Assessment (PISA) sobre el rendimiento de los estudiantes secundarios en ciencia, revelados el viernes último, fueron desalentadores, el panorama ahora es todavía peor: según el informe completo difundido ayer, la Argentina quedó ubicada en el lugar 53° en lectura y comprensión de textos y en el 52° en matemática, sobre un total de 57 países.
En lectura y comprensión de textos, el primer puesto fue para Corea, con 556 puntos, seguido por Finlandia (547), Hong Kong (536), Canadá (527), Nueva Zelanda (521) y Australia (513).
Entre los países de América latina, Chile lidera en el puesto 38, seguido por Uruguay, en el 42; México, en el 43; Brasil, en el 49, y Colombia, en el 51.
En matemática, en tanto, el mejor rendimiento es el de Taiwán, con 549 puntos, seguido por Finlandia (548), Hong Kong (547), Corea (547), Holanda (531) y Suiza (530).
Con respecto a la región latina, sólo Colombia y Brasil están por debajo de la Argentina, en los puestos 53 y 54, respectivamente, mientras que Uruguay, en el puesto 42, Chile, en el 47, y México, en el 48, superan a nuestro país.
Si bien participaron 57 países, en los resultados de la prueba de lectura figuran 56, ya que Estados Unidos fue excluido, según trascendió, porque habría manipulado las pruebas.
Para el ministro de Educación, Daniel Filmus, los diferentes resultados entre países de América latina se deben a la continuidad política que algunos han tenido.
"Chile y Uruguay tuvieron coherencia en las gestiones educativas y una tradición de trabajo fuerte.
La Argentina, en cambio, tuvo 34 ministros de educación en 55 años", dijo a LA NACION Filmus. Y añadió: "Definitivamente, la futura gestión deberá enfocarse en la calidad educativa". Realizada por la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD, por sus siglas en inglés), la evaluación internacional PISA mide, cada tres años, el rendimiento de jóvenes de 15 años en ciencia, matemática y lectura y comprensión de textos. El último año, en el que las pruebas llegaron a 400.000 alumnos de 57 países, se puso énfasis en ciencia, área en la que el país quedó ubicado en el puesto 51. Comparativamente con 2000, la última vez que el país participó en esta evaluación, los resultados han empeorado: en aquel año, de 41 participantes, la Argentina se situó en el puesto 34 en matemática -por encima de México, Chile y Brasil- y en el 35 en lectura y comprensión de textos -delante de Chile y Brasil-.

Un resultado esperado
Para el secretario de Educación, Juan Carlos Tedesco, que el próximo lunes asumirá como ministro en el gobierno de Cristina Kirchner, los resultados no sorprenden. "Estamos muy mal, especialmente en ese tramo de edad.
Ya lo habíamos visto en el Operativo Nacional de Evaluación (ONE) 2005. Pero recordemos que PISA mide la historia educativa de alumnos de 15 años, que ingresaron en el nivel medio en plena crisis", dijo a LA NACION Tedesco. Y puntualizó: "Debemos fortalecer el grado de responsabilidad del Estado nacional, de los gobiernos provinciales, de los docentes y de los padres, pero también el de los alumnos".
La directora de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (Diniece), Marta Kisilevsky, coincidió: "Sabíamos que esto iba a pasar, pero quisimos participar igual para saber dónde estamos. Debemos considerar que nuestras escuelas no enseñan este tipo de respuestas. Otros países, como Chile y Uruguay, hicieron mayor entrenamiento". En lectura y comprensión de textos, Corea tiene el mayor número de estudiantes con mejor nivel (22%), seguido por Finlandia y Nueva Zelanda (15%) y Canadá (14 por ciento). La Argentina, en cambio, concentra la mayoría de estudiantes de más bajo nivel junto con Túnez, Indonesia, Montenegro, Colombia, Brasil y Bulgaria, entre otros. Corea, Hong Kong, Polonia y Chile, además, mejoraron su actuación en relación con las evaluaciones tomadas en 2000 y en 2003, mientras que el nivel en lectura y comprensión de textos de España, Japón, Italia, Francia, México y la Argentina, entre otros, bajó. Las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres en esa área, aunque en la Argentina la diferencia no es tan grande. En matemática, los estudiantes con mejores resultados se sitúan en Corea, Taiwán, Finlandia, Suiza y Bélgica. Países como México, Grecia, Indonesia y Brasil mejoraron su rendimiento en matemáticas respecto de 2003, mientras que el nivel de Francia, Japón, Islandia y Bélgica empeoró. La Argentina, en tanto, no puede comparar estos resultados, ya que no participó de la evaluación de 2003.

Por Nathalie Kantt De la Redacción de LA NACION

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