Reflexión

Pasamos la vida buscando respuestas, sin nunca haber hecho la pregunta adecuada. Ellas están allí, esperando las palabras justas. Cada quien tiene su mandala

jueves, 19 de junio de 2008

A cien días del conflicto del campo ¿Qué debemos hacer los trabajadores docentes?

Declaración de Delegados de base sobre el acto oficial del miércoles 16 de junio y la crisis política
1- La CGT convocó a una especie de “paro nacional” el miércoles 16 de junio. Este “paro”, que está en sintonía con el asueto administrativo decretado por el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, tuvo como objetivo facilitar la concurrencia al acto que el kirchnerismo realizó en Plaza de Mayo; rodeado de denuncias sobre la imposición y clientelismo para con los participantes.
2- La convocatoria de la CGT, tiene entonces una orientación puramente oficialista y está armada por una burocracia que durante años no ha convocado a ninguna medida de lucha en contra de la precariedad laboral, los salarios de hambre, la explotación en negro, etc. Todo lo contrario; los dirigentes de la CGT se contentaron durante estos años con apoyar todas y cada una de las medidas antiobreras del kirchnerismo; permitiendo una transferencia de ingresos, desde los sectores medios y los trabajadores hacia los sectores más poderosos de la sociedad, se haya ampliado en forma obscena en los últimos 5 años. Las centrales obreras burocráticas (CGT-CTA) han hecho la vista gorda a las políticas de congelamiento salarial, flexibilización laboral, trabajo en negro (más del 50% de los trabajadores ocupados) impidiendo, muchas veces operando con patotas armadas (Francés, Rigolleau, línea 60, Mafissa), la organización independiente de los trabajadores en los lugares de trabajo, todo para seguir negociando convenios y acuerdos salariales (paritarias) de espaldas a los trabajadores y ajustados a sus privilegios, y a sus billeteras.
3- El “paro” de la CGT dijo tener como objetivo “la defensa de la institucionalidad” del gobierno de Cristina-Kirchner, amenazado por el paro y los piquetes de ruralistas sojeros. En realidad, lo que está en juego en medio de esta pulseada es una discusión fiscalista sobre la posesión de la renta agraria. En este sentido, es el propio gobierno, el que se puso la “soja al cuello” al amparar y alentar a los grupos financieros y económicos con los cuales hoy puja. Los Grobocopatel, los Cargill, los Werteimer, los Urquía, los Repsol.
4- Las entidades agrarias (S.R, CRA, Coninagro, FAA) son las caras visibles de una pulseada que ya ha adquirido un carácter de crisis política, pero que en el fondo, no plantea ninguna alternativa a una verdadera política nacional sobre el “problema de la tierra”. El sacrificio, que los trabajadores argentinos venimos realizando frente al desabastecimiento y el incremento generalizado de los precios, NO tiene como objetivo un programa de nacionalización de la tierra, ni su distribución a pequeños productores y campesinos sin tierra. Estamos pagando los costos de una crisis que no pone en cuestión terminar con los latifundios, ni con los monopolios de alimentos en manos de las multinacionales; mucho menos para la realización de políticas en beneficio de la salud y la educación del pueblo argentino.
5- Todo nuestro sacrificio, por la escasez y la suba del precio de los alimentos, responde a una pulseada ajena a nuestros intereses o a los intereses de cualquier otro sector popular.Ni el kirchnerismo, entre quienes se encuentran exponentes mas que representativos de los grandes monopolios sojeros, de los grupos de inversión y de los pooles de siembra, Ni el “campo”, que en cien días de conflicto ha tenido tiempo más que suficiente para discutir un programa, que oriente a los pequeños productores y chacareros en contra de estos grupos concentradores, están discutiendo o representan una salida para los problemas que como trabajadores tenemos cotidianamente.
6- Muchos ciudadanos, entre los que se encuentran trabajadores, consideran que este conflicto -que ha levantado masivamente a los pueblos del interior y dado lugar a cacerolazos y multitudinarias movilizaciones- es una forma de golpear “contra el autoritarismo del gobierno”. Se equivocan; o acaso olvidan -que más allá de la enorme energía dispuesta por los productores en las asambleas y en las rutas- los que se han consolidado en la dirección del movimiento y los que fijan la agenda de discusión son los más grandes autoritarios de la historia argentina -la Sociedad Rural, entre otros- que apoyaron todas y cada una de las dictaduras militares, responsables de los más tremendos genocidios en contra del pueblo argentino.
7- Intentar seguir diferenciando a esta altura, en un conflicto que ya lleva más de tres meses, entre “dirección y bases del campo” es por lo menos ingenuo o encubridor.Las asambleas y piquetes agrarios no han elaborado ni una sola línea programática a favor de la democratización de las relaciones de propiedad de la tierra. Un una sola línea en contra de los grupos de inversión; la nacionalización del mercado exterior; la nacionalización de los puertos privados granarios, a cargo de los socios del kirchnerismo. Ni programa, ni consignas: los viejos carteles que denunciaban los pooles de siembra en los cortes de rutas, al principio del conflicto, quedaron olvidados o cambiados por el “No a las retenciones”
8- Por otro lado identificar al kirchnerismo como el “representante natural de lo nacional y popular”, es una perversión y una estafa.El kirchnerismo es el gobierno de los acuerdos internacionales de pago de la deuda externa, que este año demandará 10 mil millones de dólares. El kirchnerismo es el gobierno que subsidia a los capitalistas privados con 25 mil millones de pesos anuales, mientras las escuelas y los hospitales se caen a pedazos. Un gobierno que entrega el petróleo y los minerales, a los que hoy desabastecen el mercado interno de combustibles para seguir exportándolo. Que firma contratos multimillonarios para la construcción de un “tren bala”, mientras los pasajeros se caen del Roca. El kirchnerismo, además, no puede ser nacional, porque es un gobierno que mantiene tropas de ocupación en la pequeña isla de Haití, a favor de EE.UU.Igualmente, considerar “popular” a un gobierno que asumió en medio de denuncias de fraude; que reprimió violentamente a las manifestaciones docentes en su propia provincia; que avaló la represión y el asesinato de Carlos Fuentealba en Neuquén, justificándose en la autodeterminación de las provincias; es un verdadero desatino. Si para algo sirven las ruidosas manifestaciones de estos últimos días, es para demostrar que la “popularidad hegemónica” del kirchnerismo es un nuevo mito argentino.
9- Los trabajadores debemos intervenir en esta crisis que nos afecta de forma decisiva.En los pueblos del interior, tanto trabajadores industriales como rurales y changarines vienen sufriendo los efectos de la desocupación y el hambre. En las ciudades, por los efectos de la escasez y la inflación, el consumo ya ha retrocedido en un 30%.El debate entre el gobierno y el campo, también tiene que ser nuestro debate pero para luchar por la defensa de nuestros intereses.

Basta de carestía. Por un aumento salarial acorde a la canasta familiarPor un aumento de los presupuestos de salud y educación, basta de subsidios a los capitalistas amigos del poder. Delegados de base (Suteba La Plata)

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