Reflexión

Pasamos la vida buscando respuestas, sin nunca haber hecho la pregunta adecuada. Ellas están allí, esperando las palabras justas. Cada quien tiene su mandala

martes, 28 de abril de 2009

Candidaturas testimoniales

CANDIDATURAS TESTIMONIALES, EL TESTIMONIO DE ESTÚPIDOS

Por Carlos Benedetto



¿Que tal si un día, a todos se nos ocurre por ser testimoniales?, dar testimonio, en nuestras actividades, respecto de lo que en verdad es nuestra obligación. Por ejemplo, los docentes podrían dar clases testimoniales, es decir, hacer como que van a enseñar pero no van a la escuela y los alumnos pueden ser estudiantes testimoniales, decir que van a estudiar pero se quedan en casa haciendo fiaca. Los médicos podrían hacer curación testimonial, hacer como que te sanan pero no te sanan y los enfermos podrían hacer terapia testimonial, solo tienen que repetir muchas veces “estoy curado, estoy curado, estoy curado, estoy curado” y por testimonio de la voluntad, sanarán. Que tal si los policías vigilan testimonialmente, solo tendrían que avisar que están cuidando el barrio pero se quedan tomando mate en la comisaría o durmiendo dentro del patrullero, de ese modo, todos tendríamos una sensación de seguridad testimonial y podríamos andar seguros por la calle sin miedo a que un delincuente nos pida testimonio de nuestras ganancias mensuales. Los colectiveros podrían hacer un recorrido testimonial, en lugar de hacer la ronda completa, sólo tendrían que dar una vuelta manzana y anunciar a los pasajeros “final del recorrido”. Hasta los perros podrían hacer su trabajo testimonial, haciendo como que ladran o dando vueltas sobre si mismos pero sin intención de morderse la cola. Podríamos dar testimonio de buena voluntad de pago de nuestras boletas de luz, gas, agua, teléfono, alquiler e impuestos, parándonos frente al recaudador y diciéndole “me gustaría pagarle pero sólo voy a darle mi testimonio”, hacemos como que sacamos plata del bolsillo y hacemos como que pagamos. ¿Estaría bueno, no?
Los productores podrían dar testimonio de siembra haciendo como que tiran las semillitas al suelo y haciendo como que las riegan, luego al momento de la cosecha, hacen como que juntan los granos, hacen como que los venden y hacen como que pagan las retenciones, así el estado puede recaudar millones de testimonios que luego tendría que usar para pagar las jubilaciones testimoniales y cobrarse sus propios sueldos testimoniales, eso si que estaría bárbaro, pagarle el sueldo al gobernador y a la presidenta con dinero testimonial, le pagamos con un fajo de papelitos en blanco y que ellos hagan como que son todos billetitos de cien. Todo esto lo podríamos hacer porque de hecho, ya tenemos una democracia testimonial, ya que si la democracia es el gobierno del pueblo y este no gobierna ni delibera sino por medio de sus representantes, si estos representantes fueran candidatos testimoniales, estos no nos representarán ni deliberarán por nosotros. Ahora bien, si en verdad creemos que todo lo antes dicho es una sarta de estupideces. La solución, el 28 de junio, es no votar a los entupidos testimoniales. Pero hay que tener cuidado, no hay que hacer voto testimonial, es decir hacer como que se vota pero no vamos a votar, porque puede suceder que los encargados del escrutinio, hagan recuento de votos testimonial y al finalizar la jornada anuncien con bombos y platillos, el triunfo de los candidatos testimoniales mientras nosotros seríamos estúpidos de verdad y no entupidos testimoniales.

Carlos A. Benedetto

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