Reflexión

Pasamos la vida buscando respuestas, sin nunca haber hecho la pregunta adecuada. Ellas están allí, esperando las palabras justas. Cada quien tiene su mandala

sábado, 25 de julio de 2009

Sobre el comportamiento de los "Moyanos"

Moyano y los del `90

La llamada burocracia sindical acaba de protagonizar un sainete con final abierto. La amenaza de rompimiento entre moyanistas,”gordos” e “independientes” produjo momentos de pánico en el gobierno y entre los sectores patronales, que perciben la posibilidad de que se alcance un clima de movilización laboral que se exprese reivindicativamente sobrepasando las organizaciones sindicales burocratizadas.
El kirchnerismo, desde el 28 de junio pasado, vive en un estado de sobresalto viendo como se desgranan vertiginosamente sus resortes de poder. Existe un verdadero clima de deserción conspirativa entre gobernadores e intendentes, impensable hasta hace unos meses: de golpe todos se han vuelto díscolos allí donde lo que primaba era la sumisión. No son estos momentos de crisis los mejores para que se rompan las históricas alianzan entre la burocracia sindical y el gobierno ni de que se abran brechas en el frente gremial, ya que, en medio de una situación de incertidumbre y ruptura entre los sectores dominantes se prevé que los trabajadores –cuestión de fondo- pueden imponer una dinámica social que rompa los marcos de disciplinamiento orgánico con las organizaciones sindicales.
La presidenta Cristina, que está frenéticamente jugada a la consolidación del diálogo como una apuesta para la defensa de la gobernabilidad, se vio obligada a intervenir personalmente para que el camionero Moyano baje un cambio y, suplica mediante, llame a una cerrada defensa del consejo directivo de la CGT convocando a “gordos e independientes” que hasta ayer habían “vendido la lucha de los trabajadores” al nefasto neoliberalismo de los`90. A la bajada de línea presidencial, se le sumó la directa intervención de sectores empresarios, que amenazaron con no concurrir al Consejo Económico y Social si no estaba asegurada “una amplia representación gremial”, en solidaridad con los desplazados menemistas, esto terminó por cerrar el trato. Moyano deberá tener un trato más amistoso con “los traidores de la clase obrera” y las manos mas abiertas para el reparto de la caja y los negociados con el poder.

De Córdoba a Buenos Aires, de Chaco a Santa Cruz…

Dicen las agencias de noticias “Con inusitada violencia y con una agresión al propio titular del gremio concluyó ayer una movilización de 3000 trabajadores metalúrgicos, que cumplieron una jornada nacional de protesta en reclamo de aumentos salariales”. Es que el secretario general de la UOM y senador provincial juecista, Augusto Varas, fue perseguido y apaleado por un grupo de manifestantes que, frente a la dilación de las negociaciones con las cámaras metalúrgicas -donde la dirección burocrática local se conformó con la presentación de un petitorio- decidieron emprenderla aceleradamente contra Varas al grito de “nosotros somos los que laburamos”. Desde hace días los municipales cordobeses vienen sosteniendo movilizaciones fuertemente reprimidas por la policía y la infantería pero no cejan en su reclamo en contra de los descuentos salariales y los pagos desdoblados de sueldos.
En buenos Aires la situación puede reproducirse: “Por la crisis hay reducciones en la coparticipación provincial y varias comunas bonaerenses están en jaque. En Tandil se analiza el desdoblamiento de los sueldos y la reducción de la jornada laboral. No es un hecho aislado: varios municipios seguirían el mismo camino” …”Más allá de los problemas puntuales que tienen las comunas, lo cierto es que el colapso generalizado que se está produciendo también es una consecuencia de la falta de soluciones a nivel nacional y de la difícil situación que atraviesan las arcas bonaerenses, con un déficit que roza los 10 mil millones de pesos y con la nula posibilidad de acceder a financiamiento” (Hoy, de La Plata ) El gobernador Scioli se debate entre la desesperación y la desesperanza. Si el financiamiento no llega, peligra el pago de sueldos al personal de la administración pública, docentes, médicos, jubilados provinciales. La provincia de Buenos Aires puede de este modo convertirse en una antorcha, lo que ha hecho que el gobernador vaya por su propio diálogo que algunos ya analizan como una estrategia de rompimiento con el kirchnerismo. La burocracia estatal provincial (CTA) que vienen gambeteando los reclamos de los trabajadores de la administración provincial, aislando los conflictos e intentando ganar direcciones seccionales mediante el fraude más escandaloso (Suteba La Plata) seguramente se sumará entusiasta al diálogo convocado por el gobernador, pero las bases no ceden en sus reclamos que amenazan con profundizarse.
Con justa razón, el pánico comienza a hacerse presente entre los sectores dominantes y los acuerdos se apresuran. La percepción un clima de movilización, donde los dirigentes burocráticos sean apaleados, hace vacilar las iniciativas rupturistas y, como ingrediente de un futuro que aparece confuso, preventivamente la burocracia sindical prefiere cerrar filas aun a costa del reparto del poder.

“Nosotros somos los que laburamos”

La consigna de los obreros metalúrgicos cordobeses da cuenta del clima que reina en algunos gremios, donde la fractura entre las bases y la dirigencia burocrática es inexorable. La burocracia sindical aparece como un apéndice del Estado y de sus partidos en los lugares de trabajo, funcionando como un organismo al margen de los procesos productivos y con dirigentes que o bien nunca fueron trabajadores o bien desde hace décadas han abandonado los lugares de trabajo. El entramado que une a la burocracia sindical con los gobiernos de turno se ha extendido, desde hace años, a los negociados empresariales, a la cobertura de cargos como funcionarios del Estado. Esto hace que se perciba entre los trabajadores, aunque de manera desigual, a los aparatos burocráticos como organismos ajenos a la lucha por las reivindicaciones laborales. Venimos de un largo lapso de relativo reflujo en las luchas del movimiento obrero acordonado por la hegemonía que la burocracia ejerce en la mayoría de los gremios industriales. En estas condiciones, el heroísmo de trabajadores que han logrado recuperar sus direcciones sindicales para los trabajadores es el germen desde donde se elevarán las próximas luchas obreras.
“Nosotros somos los que laburamos”, marca el pulso en la constitución de una nueva vanguardia que comienza a expresarse. La lucha por el salario, contra los descuentos y los despidos y por mejores condiciones de trabajo, pasa abiertamente por ser una lucha antiburocrática.
Las evidentes fluctuaciones en las rupturas superestructurales de la CGT, la descomposición de los fraudulentos de la CTA, la necesaria y urgente intervención del estado y las patronales para evitar las fisuras en el campo de las burocracias, son el termómetro de la preocupación que ronda entre los sectores dominantes.
La consigna de los obreros metalúrgicos cordobeses, un punto cualitativo en la conciencia de los explotados que viene difundiéndose sin prisa pero sin pausa entre los trabajadores de todo el país.
Daniel Cadabón

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